jueves, 24 de abril de 2014

CUENTO "NANO: EL DRAGÓN DE LAS POMPAS DE JABÓN"


Aquí os dejamos nuestro Cuento de El Dragón Nano, para que podáis contárselo de nuevo a vuestros peques recordando la divertida historia con la que en el Día del Libro disfrutaron.


“NANO: EL DRAGÓN DE LAS POMPAS DE JABÓN”

Había una vez, en un reino muy lejano, una torre, un castillo y un dragón llamado Nano.

         Como todo dragón, era muy juguetón…jugaba con la pelota, con las piezas de construcción, le encantaba jugar al escondite…¡y mucho más hacer el avión!, y así pasaba los días Nano, el dragón.

         Pero cierto día, Nano se aburrió…, a pesar de tener montones de juguetes…ya no le divertía tanto hacer el avión, ni jugar con la pelota…ni con las piezas de construcción…porque estaba solito, solito en su castillo, y ¡él quería un amigo! , ¡un amigo quería Nano!

Uno sólo le bastaba, pero para ello debía ir a buscarlo, pues tan lejano estaba el castillo como el reino del dragón Nano, así que se puso en marcha a la mañana siguiente, a la mañana siguiente bien temprano.

Se adentró en un gran bosque, llenito de árboles preciosos, los cuales Nano con su furioso resoplido, ¡destrozaba antes de que cantara un gallo! De su boca salía fuego, fuego de la boca del dragón Nano, porque buscaba y buscaba, y a ningún amiguito encontraba, y se enfadaba y se enfadaba, y resoplaba y resoplaba, y de su boca salía fuego, fuego de la boca del dragón Nano.

La mañana seguía y el dragón Nano, enfadado y triste su camino continuaba…
- ¿Cómo es posible que no encuentre a ningún amiguito? el dragón Nano se lamentaba…

- ¡Quizá estén aún durmiendo! como era tan temprano…

Así que tan pronto vió una piedra, sobre ella se acostó el dragón Nano…Durmió un buen ratito, un buen ratito durmió el dragón Nano, hasta que unas gotitas de agua le hicieron cosquillas en la nariz y lo despertaron.

Asustado por el sobresalto y tras un buen resoplido, preguntó intrigado…
- ¿Quién está mojando con gotitas de agua al dragón Nano?

Tan cansado estaba Nano antes de dormirse, que no se dio cuenta de haber llegado a un río tan grande tan grande como nunca hubiera imaginado.

- “Soy Pececito, y vivo en este río, ¿quién eres tú? ¿y por qué me das un resoplido? Suerte que mi casa es el agua, y a tu fuego ha dejado helado, ¡si no ahora mismo sería un rico pescado asado!”

- “Lo siento Pececito, no era mi intención, pero cuando me enfado o me asusto, de mi boca de dragón, sale fuego calentito, fuego de dragón. Pero no quiero que te asustes, amigo Pececito, no quiero hacerte daño, ni quiero estar solito”

Pececito que era muy listo, tuvo una gran idea, enseñar al dragón Nano a transformar su fuego, en divertidas burbujas que por el agua corretean, como las que hace Pececito, tanto en Invierno como en Primavera.

Al dragón Nano le pareció una gran idea, y con el culete en remojo comenzó la tarea…Metido de cabeza en el agua comenzó a resoplar, y vió como poco a poco el fuego que salía de su boca ¡se transformaba en burbujas de verdad!

Tan contento se puso el dragón Nano que fuera del agua también quiso probar, y le salieron unas burbujas tan divertidas que no podía parar de jugar.

- ¡Qué contento estoy de haberte encontrado amigo Pececito!, muchas gracias por haberme enseñado a convertir en algo bueno lo que jamás hubiera pensado.

Es así como el dragón Nano había aprendido, que uno es más feliz si comparte sus juegos con amigos, y esa felicidad puede demostrarse de muchas maneras, como a través de burbujas, tanto en Invierno como en Primavera. Así que desde ese momento decidió llamar a las burbujas de su amigo Pececito “pompas de jabón”, convirtiéndose en “Nano, el Dragón de las pompas”…”Nano, el Dragón de las pompas de jabón”.


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